La tremenda paridad que mostró el reciente finalizado Apertura 2024 de la Liga Regional Riotercerense hizo que ninguno de los equipos marcara mucha diferencia y albergó la sensación en el ambiente futbolero de que “cualquiera le podía ganar a cualquiera”. Sin embargo, el flamante campeón Sportivo 9 de Julio demostró que el verdadero mérito no siempre se refleja en las estadísticas de la fase clasificatoria.
A pesar de haber asegurado solo el 55% de los puntos disponibles, el equipo encontró su mejor versión en los momentos cruciales del campeonato, imponiéndose en los partidos definitorios con determinación, confianza y el peso histórico de su camiseta.
El camino hacia el título no fue fácil. El año pasado, el equipo tuvo una destacada fase clasificatoria, estableciendo un récord de puntos, solo para enfrentarse a la decepción de perder en la final ante Atlético Ascasubi. Esta temporada, sin embargo, aprendieron de esas experiencias pasadas y supieron capitalizarlas. Invirtieron la ecuación, fueron de menor a mayor.
Gran parte del éxito se debe al incansable trabajo del cuerpo técnico, liderado magistralmente por Iván Castro, que se graduó como técnico campeón cuando recién cumple un año en ese rol. Bajo su dirección, el equipo cultivó un espíritu de unidad y resiliencia que hizo, por ejemplo, que se mantuviera enfocado en el objetivo pese a pasar ocho partidos sin ganar en el certamen.
El plantel de jugadores fue una combinación perfecta de experiencia y juventud. Nombres como Martín Braida y Juan Bueno aportaron su liderazgo dos décadas después de que ganaran sus primeros títulos con la casaca “Patriota”, mientras que jóvenes promesas como Marcos Loyola, Luciano Medina y Francisco Ponzio, que conforman un mediocampo excepcional, demostraron su valía en el terreno de juego.
El toque de calidad lo aportaron los refuerzos clave: Tiago Sarmiento en la defensa y Agustín Anabia Dorado en el ataque. Estos jugadores no solo fortalecieron las líneas del equipo, sino que también agregaron una dimensión adicional de habilidad y determinación que fue crucial en los momentos decisivos del campeonato.
El “Patriota” demostró que el camino hacia el éxito no siempre es lineal, pero con perseverancia, trabajo duro y un equipo cohesionado, los méritos del campeón se hacen evidentes. Este título no solo celebra sus logros actuales, sino que también honra la perseverancia y el compromiso de un club que parece ser un abonado exclusivo a la gloria.

LOS TREINTA GOLES DEL CAMPEÓN
Manuel Grassini y Juan Bueno, con seis goles, fueron los máximos anotadores y el podio lo completó Franco González con cinco anotaciones.
Además, Tiago Sarmiento y Agustín Anabia Dorado aportaron tres goles cada uno; dos marcaron Jeremías Zenón y Marcos Loyola. Lucas Manrique y Nicolás Brouwer de Koning hicieron uno cada uno y otro fue en contra.

LA CAMPAÑA EN NÚMEROS



