Iván Castro colgó los guantes. Veintiseis años después de su debut en Primera, el hegemónico arquero tomó la decisión de retirarse del fútbol con 16 títulos ganados (trece de Liga, un Provincial de Clubes de Primera, un Provincial de Selecciones y el recordado Torneo del Interior de AFA), otras doce finales jugadas, una enorme cantidad de penales transformados en gol y otras ejecuciones rivales que quedaron en sus manos. Además, decenas de acciones claves que lo fueron poniendo siempre en el centro de la escena en cada definición. Una trayectoria de película, como guionada. Siempre protagonista, nunca desapercibido.

LOS INICIOS ENTRE VECINOS, CENTRAL Y LOS PRIMEROS PASOS EN NUEVE
“Siempre de chico en el barrio, cuando se armaba la canchita en cualquier baldío al jugar con chicos más grandes iba al arco y le fui agarrando cariño al puesto”, inició el “Flaco” su relato al ser consultado sobre cómo fue que eligió ser arquero.
“El Tizo (Mena) me llevó a Vecinos, yo siempre quería jugar y pero lo viví muy lindo en inferiores; nunca se me cruzó por la cabeza ocupar otra posición”, indicó el “1” y agregó: “en esa época no había entrenador de arqueros, había que hacerse a los golpes y se fue aprendiendo”.
De entrada, el fútbol le puso una final con Sportivo Central Argentino en 1997 por un ascenso de la “C” a la “B” de la Liga que le tocó perder.
“Llego a Nueve a mediados del año 1998 con Alejandro Medeot como titular, comencé a alternar en el banco y pude agarrar la titularidad que me asentó en Primera después”, sostuvo.

LA EXPLOSIÓN EN LA ERA URRUTI: CINCO TÍTULOS DE LIGA Y EL HISTÓRICO ASCENSO AL ARGENTINO “B”
Es imposible no referenciar cuando se repasa la trayectoria de Castro al período comprendido entre 2003 y 2007 en Nueve, la denominada “Era Urruti”. Fue el salto de calidad para el fútbol regional en general, para Nueve en lo colectivo y para cada una de las individualidades, en especial Iván Castro. Fue la graduación.
“Juan (Urruti) me dio toda la confianza, siempre me bancó, me hizo fuerte y eso fue convirtiéndome en lo que fui después; fue una época en la que casi no descansamos, se dio todo muy rápido, la llegada del ´Pelusa´ nos afianzó a todo un gran grupo.
Valla menos vencida en el Apertura 2004 que vuelve a dejar un título en el club luego de siete años; penal clave atajado a Ariel Ortiz en la serie ante Vecinos del Clausura de ese mismo año y otras tantas actuaciones determinantes en un equipo que ganaba casi siempre y no se conformó con dominar en absoluto el fútbol regional, fue por marcar historia un poco más arriba. Llegó aquel inolvidable Torneo del Interior 2006.
“Es la alegría más grande que me dio el fútbol, cada tanto veo el programa especial que hicieron sobre el título; no fue fácil pero se hizo un grupo unido y disfrutamos mucho”. El “Flaco” fue determinante en esa campaña, con penales atajados en la serie de Segunda Fase ante Escuela Presidente Roca y una espectacular actuación en la revancha con Guaymallén en Mendoza.


DE LA AGRESIÓN SUFRIDA EN HERNANDO A OTRA FINAL NACIONAL
La era Post Urruti en Nueve no fue sencilla. La vara había quedado muy alta y hasta volver a protagonizar una final de Torneo del Interior en 2014 contra Américo Tesorieri (salió subcampeón tras perder 1 a 0 en La Rioja, ganar 2 a 1 de local y caer en la serie de penales) hubo “buenas y malas” y dos rivales que se hicieron clásico: Atlético Independiente y Atlético Ascasubi.
Alguna vez, en Pasión Deportiva Radio, Castro reconoció que “el momento más difícil dentro de una cancha” lo vivió en la cancha de Atlético Independiente de Hernando en la final del Clausura 2008, la última vez que un torneo de Liga se definió en los escritorios del Tribunal de Disciplina y donde fue protagonista absoluto, pero en este caso sin quererlo.
Luego de eliminar a Atlético Río Tercero con Castro determinante en la serie de penales en Semifinales y haber ganado 1 a 0 la ida de la final en el Aniceto Hortal, el equipo dirigido por Marcelo Del Río llegó a la Capital Nacional del Maní con la seguridad de que un empate lo consagraba campeón. Y así parecía ser hasta el minuto 93 cuando José Ybarra mandó a la red un zapatazo que llevaba la serie a los penales. Antes de la ejecución y previo pedirle permiso al árbitro nacional Javier Collado para ir al baño, Iván es agredido en la escalinata que conecta cancha con vestuarios por un colaborador de la dirigencia hernandense. Producto de esa agresión, el “1” no pudo continuar y el juez dispuso la suspensión del partido y, un mes y medio después, el Tribunal le dio el título a Nueve, pero nadie lo festejó.
“Fue un título que no se festejó, se dio al tiempo; fue difícil y una lástima muy grande; nos sentíamos con la confianza de poder ganarlo en la serie porque veníamos de eliminar al CART por esa vía, no la pasamos bien, fue muy triste”, planteó y agregó: “mucha gente entendió de que el que se había equivocado era uno de ellos y no yo, pero la pasé mal mucho tiempo yendo a esa cancha”.
En Apertura 2011 volvió a festejar con Nueve ante los “chetos” pero hubo revancha de Independiente en el Clausura de ese año. Después. el trago amargo de cuatro finales perdidas contra Atlético Ascasubi. “Fue un momento difícil pero las finales se juegan, las podes ganar o perder, pero llegábamos”.


RÉCORD DE MINUTOS DE VALLA INVICTA E INGRESO A LA HISTORIA DE HURACÁN
La salida de Nueve fue muy difícil de asimilar pero terminó relanzando su trayectoria deportiva. Fue el momento de pasar de ser el arquero de Nueve a ser arquero de la Liga, en general.
El primer club que lo acobijó tras salir de Nueve fue Deportivo Huracán. Con una mochila pesada de cuarenta años sin títulos, Castro llegó y fue campeón, encima contra el clásico rival Atlético Ascasubi y con la revancha personal de poder vencer a ese poderoso “palomero” que le había arruinado las últimas cuatro finales con “9”.
“Tuve un gran torneo en Huracán y me encontré con mucho cariño, Jorge (Carinci) había hecho una apuesta grande y pudimos devolverle la confianza con un título que quedará guardado por siempre”, enfatizó el protagonista.

LA VIEJA DEUDA SALDADA: JUGAR EN PRIMERA EN EL CLUB QUE LO FORMÓ EN INFERIORES Y APORTAR MUCHO PARA LOS ÚNICOS DOS TÍTULOS DE SU HISTORIA
Habían pasado muchos años de aquel niño que dejó el club que lo formó en inferiores a este arquero multiganador que volvía a su primera casa. “Cuando me enteré que el torneo se iba a llamar Norberto Menzio sentí la necesidad de cerrar con Vecinos”, reconoció alguna vez el arquero.
Castro llegó a un club que nunca había salido campeón y en el primer año consiguió lo que hasta la fecha son los únicos dos títulos oficiales de la institución de barrio Castagnino. Provincial 2016 y Clausura del mismo año.
“De película, llegar y ganar el Provincial de Clubes, que era un título que casi no había jugado porque siempre afrontábamos Federales con Nueve y después obtener el primer campeonato de Liga que justo lleve el nombre de alguien que hizo muchísimo por el club es muy importante desde los sentimientos”, aseguró el “Flaco” que comenzó de menor a mayor en el torneo de la Federación Cordobesa y terminó siendo fundamental en la serie de penales de semifinales ante Estudiantes en General Levalle y en la serie final ante Juventud Unida, bajo la lluvia y atajando un penal clave.


TÍTULO CON LA SELECCIÓN DE LA LIGA Y CONSAGRACIÓN EN AGRARIO
En 2017, los altibajos permanentes le pasaron factura a Vecinos que no logró ser protagonista pero el “Flaco” encontró la Selección de la Liga como el lugar para festejar. Tras perder dos finales consecutivas del ahora extinto Provincial de Selecciones de Primera (en 2015 ante la Liga General Roca y en 2016 ante la Liga Independiente de Oncativo en Mina Clavero), Castro pudo festejar con la “Verde” ante la Liga Independiente en el torneo que tuvo lugar durante una semana en Villa Dolores.
“Me faltaba eso, ganar con la Selección de la Liga, representando a nuestro fútbol y lo pude conseguir”, declaró en aquella oportunidad.
En 2018 llegó a Agrario que había ascendido un par de años antes y protagonizado torneos de Liga pero no había llegado a coronar con un título. La sequía de 20 años sin títulos en Primera iba a llegar a su fin y obviamente con Castro como arquero para seguir agigantando la leyenda.
Dos títulos en dos años con un equipo conducido por Elvio Acotto que generaba mucha confianza por su rendimiento y la sensación de que el final se aproximaba: “cada título debe disfrutarse como si fuera el último, no sabemos cuánto más se va a poder ganar”.


TRAS LA MALDITA PANDEMIA, LA ESPERADA VUELTA A NUEVE Y EL CIERRE DE CICLO
Si hay un año que todos queremos olvidar es el 2020, único en más de 70 años de la Liga Regional Riotercerense en la que no se pudieron jugar torneos oficiales por la pandemia.
Cuando parecía que 2021 lo iba a encontrar en Agrario, se abrió la esperada vuelta del regreso a Nueve y el cierre soñado para un guión perfecto. No podía ser de otra manera, el primer torneo en la vuelta a su casa fue con título de campeón y en una serie de penales donde parecía que se convertía en villano por errar su disparo y terminó siendo el héroe quedándose con tres ejecuciones. “Tengo un ángel en el cielo que es mi hermano que siempre me tira un centro y me dice donde tengo que ir, estoy muy feliz”.
Un año después y luego de protagonizar un excelente Federal (llegó a Semifinales donde perdió con Argentino de Monte Maíz), volvió a festejar con Nueve contra Agrario y dijo: “no sé cuanto queda, pero quiero que no se termine más”.
Un año después, tras la eliminación en Cuartos de final ante Sportivo Belgrano y con el desafío propuesto por la dirigencia para que pase el liderazgo dentro de la cancha al otro lado de la línea de cal, el “Flaco” dijo “basta” y no se pondrá más bajo los tres palos. Como reza su canción preferida, “al final, al final hay recompensa”. La suya fue una película dirigida por un guionista imaginario que no escatimó en suspenso ni ahorró en emociones. El “Flaco” se transformó en Leyenda.
